martes, 14 de febrero de 2017

LA INSENSIBILIDAD MORAL DE NUESTROS DIAS


En la revista "O Jornal Batista", en su edición del 12/02/2017 se publica un interesante editorial, firmado por Esteban Julio, que reproduzo a continuación, una vez traducido. Merece la pena que pensemos sobre el tema que expone: la insesibilidad moral en nuestra sociedad occidental actual.

"¿ESTAMOS ENFERMOS?
Cuando alguien fallece es normal el clima de conmoción y solidaridad con la familia de luto. Si la persona fue una figura pública, la proporción de todo lo anterior ocurre en una escala mucho mayor. Desafortunadamente, con la "libertad de expresión", personas han utilizado las redes sociales para lanzar palabras de odio contra algo o alguien.
El día 24 de Enero, la Sra. Marisa Letícia, esposa del expresidente Lula fue ingresada en el Hospital Sirio-Libanés, en San Paulo, víctima de un accidente cerebro-vascular provocado por la rotura de un aneurisma. El viernes, 2 de Febrero, un boletín médico informó que la exprimera dama ya no tenía más circulación cerebral.
Como era de esperar, muchas personas, a través de Internet, comunicaron su solidaridad a la familia de Lula. Por otro lado, algo muy triste ocurrió: personas celebraron la muerte de Marisa Letícia. Comentarios de mal gusto fueron publicados, y-asómbrense- una mujer festejó la muerte en frente del Hospital. Queda la pregunta: ¿qué está ocurriendo en nuestra sociedad?.
La Palabra ya nos alertaba que, en breve, eso ocurriría. En Mateo 24:12, Jesús dijo que " por haberse multiplicado la maldad, se enfriará el amor de muchos." Nuestro país está sumergido en la violencia, corrupción, conflictos familiares. Esto afecta a cada individuo, que pasa a pensar solo en sí  mismo, no respeta la opinión ajena, y así nos va.
No importa si usted es de derechas o de izquierdas; si es aficionado del equipo X o Z. Necesitamos respetar las particularidades de cada uno, el momento de cada uno. Colocarnos en el lugar del otro, la empatía. ¿A usted le gustaría que alguien ridiculizara su vida por causa de algún fracaso o pérdida?. Entonces, ¿por qué hacemos así con los demás?.

Nosotros, como Iglesia, necesitamos ser diferentes. Es necesario amar al prójimo; abrazar, traer palabras de ánimo, orar por la vida del otro y dejar que Dios haga la obra. Solamente así, nuestro pueblo comenzará a recibir la cura de ese mal llamado falta de amor.
¡Que Dios bendiga su vida!."
Traducción: Jesús Reigada









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