Pr. Isaltino Gomes Coelho Filho
Alguien me contó que encontró en Macapá (Brasil) una persona que hacía tiempo que no veía. Le preguntó qué había venido a hacer a la ciudad, porque hacía tiempo que se había mudado.La respuesta fue:"He venido a construir una Iglesia para mí". La respuesta le sorprendió. A mí, no. Ya me he dado cuenta que "Iglesia" se ha convertido en una franquicia religiosa, que cualquiera puede organizar según patrones personales, sin importar el contenido. Es suficiente con dar a las personas lo que quieren oir,no tener exigencias,sólo promesas, y tendrá campo libre para manipularlas.¿Enseñar la Biblia?. ¿Afirmar según patrones bíblicos?. ¿Hablar de disciplina?. Esto aparta a la clientela.
"Construir una Iglesia para mí".Muchos Pastores han actuado así, en parte por vanidad y en parte para librarse de oposición en la administración de la Iglesia. Es un dato para pensar:las Iglesias de régimen monárquico se desarrollan mejor que las Iglesias con espacio democrático.Infelizmente, hay muchas personas que buscan hacer carrera y ser homenajeados en la Iglesia, queriendo imponer su visión personal, y se valen de la democracia eclesiástica. Hay Pastores dueños de la Iglesia,pero hay miembros de la Iglesia que se consideran dueños de ella.Y se molestan ante cualquier acción que les reduzca el poder.La obra se paraliza. Una Iglesia para mí.
Un Pastor me contó que fue obstaculizado por la familia del ex-Pastor, que dominaba la Iglesia hacía más de treinta años, hasta que dejó el Pastorado.Su pecado fue mudar el piano de sitio.El piano fue comprado durante el Pastorado del Pastor cuya familia se creía dueña de la Iglesia.La esposa del ex-Pastor fue pianista por años, con el piano en aquél lugar.Mudar era sacrilegio.Otro Pastor fue criticado por un creyente porque la Iglesia creció.El hermano temía perder el poder que su familia tenía, y dijo que su Iglesia había sido programada para tener sólo 200 miembros.Cuatrocientos era una cosa absurda.Otro líder dijo que "Pastor sólo debe estar cinco años como mucho, en la Iglesia, para no crear vínculos de poder".Una Iglesia para mí.
Estos casos-extremos- muestran un equívoco común:la comprensión defectuosa del concepto de Iglesia.Pasa a ser vista más como Institución social y humana que como agencia del Reino de Dios,institución divina.La Iglesia no puede ser vista como espacio para suplir nuestras carencias emocionales, sino como espacio para servicio a Dios y a los hombres.Todos somos llamados para ser siervos, y no señores. "Sirviendo cada uno a los demás", dice Pablo.Pero mucha gente lo ve equivocadamente.No como un lugar donde se debe donar y servir, sino que lo ve como su espacio personal.Me acuerdo de un hermano que quería ir a la Iglesia donde yo servía,porque su Iglesia había colocado un forro de yeso que a él le pareció feo.Yo le pedí que no viniese.Crearía problemas en una y por cierto crearía problemas en la otra.La planta del espino no deja de dar espinos porque cambie el horticultor.Son gente que piensa que la Iglesia es de ellos. Una Iglesia para mí.
Necesitamos redescubrir la esencia de la Iglesia.La Iglesia no existe en función de nosotros,sino que existe en función de Dios y de los demás.La vida cristiana no es YO en el centro, sino EL en el centro,y en la periferia el OTRO.Vida cristiana consiste en ser siervo, no en ser señor.Muchos han privatizado el concepto de Iglesia y vida cristiana, viéndolas como algo que pueden usar para gratificación personal o para el servicio de ellas.La visión egoísta de que el mundo se tiene que inclinar ante sí, típica del hombre pecador impenitente, que no puede ser desafiado y sí servido, parece estar en nuestro medio.Pero la Iglesia no es espacio de satisfacción personal, y sí de alistamiento en el propósito eterno de Dios.La Iglesia necesita de siervos, y no de dueños.De siervos, no de manipuladores.
No construimos una Iglesia para nosotros.Nosotros debemos hacerla, cada día,para el Señor Jesús.La Iglesia es de El.Jesús no dijo: "Edificaré una Iglesia para vosotros" sino que "Edificaré mi Iglesia" . No nos olvidemos de esto.Hacemos algo para Dios,lo que demanda: seriedad,amor a la obra y respeto a los demás constructores que trabajan con nosotros haciendo una Iglesia para Jesús.Cuanto más dominio humano haya en una Iglesia,menos dominio divino habrá.Cuanto más sumisión de todos al Señor,menor será el dominio humano.Hagamos una Iglesia para Jesús.
